viernes, 20 de mayo de 2016

Casualidades

Hace un par de días escuché dos veces, a diferentes horas del día, canciones de Joy Division en el radio. Tú sabes quién eres, ese a quién también recuerdo con New Order, Peter Hook y varias cosas más. Pensé en que me pensabas o en que de alguna manera nuestras mentes se conectaron en ese momento de aparentes casualidades. 

La última vez que me acerqué a tí por whatsapp me demostraste que el odio era muy, muy grande, así que no te voy a desbloquear de redes sociales, ni a escribir mails porque ya ví que no puedo ayudarte a que no me odies ni me voy a aferrar a una amistad porque éramos más que amigos. Entiendo que te llenaste de decepción, de celos, de ira, de repulsión y de desprecio, pero entiendo también que nada de esos sentimientos existirían si no me hubieras querido con locura. Es probable que infles el pecho y exhales en un suspiro aliviado de que hiciste absolutamente todo para hacer que funcionara, pero malamente también quisiste tenerme contigo a como diera lugar, incluso aunque veías que no era igual de feliz contigo, o eso sentía y no ayudaba. 

Como sea. Escribo esto con la esperanza de que lo leas y sepas que nunca me vas a ser indiferente, aunque no te busque o aunque no lo creas. Para que sepas también que eres parte de mí y yo de tí por todo lo que compartimos: las experiencias, el tiempo, el antiguo nosotros. Espero que no pienses que ser pura benevolencia con alguien te hace recibir nada más que cosas malas de ese alguien, porque no es verdad. Son sentimientos y razonamientos únicos a cada persona, que nos hacen crecer y aprender a no cometer los mismos errores. 

La verdad es que para amar hay que estar listos y yo no estaba lista. Espero que estés bien. 

lunes, 9 de mayo de 2016

Montañas

Antes pensaba que el matrimonio era cualquier cosa, porque no tenía idea de lo que es el amor. Si me caso y no sale bien pues me divorcio y a la chingada, decía. Hoy recordé lo madreadas que se veían aquellas personas que me tocó ver que se divorciaban y morían, pero tenían que seguir viviendo. Así recordando, caí en cuenta de que no quiero eso.

Nada de me divorcio y a la chingada. Quiero casarme un día y construir, junto a alguien, montañas. Llenas de tierra y verde, de amor y vida. Acompañarnos, respetarnos y cuidarnos deliberada, consciente e inconscientemente. Que se me haga hábito tratarte bonito, escribirte bonito, apapacharte, besarte, disfrutar el estar contigo. Que nuestro amor haga florecer lo más hermoso de ambos.

Divertirnos y realizarnos todos los días. Jugar, gozar, y también caer y poder confiar en que esta ahí alguien por si te falta fuerza para levantarte.

Amar ha de ser echarle ganas todos los días.